Sé que este artículo puede parecer que tenga un toque gracioso, pero para muchos amantes de los gatos, es un tema que les preocupa mucho y quieren hacer todo lo posible para que su gato los quiera. El principal problema está en la comparativa continua con el otro amigo del ser humano, el perro.
Los gatos no son perros más pequeños, ellos tienen habilidades comunicativas diferentes a los perros, y muestran afecto y cariño hacia nosotros de formas que a veces no entendemos. Puede que no nos busquen constantemente, pero cuando ellos quieren, siempre acaban recibendo atención y cariño. En este artículo voy a ayudaros a entender mejor el comportamiento de vuestros gatos y a mejorar vuestra relación. Al menos haré todo lo posible, luego también hay que tener algo de suerte.
¿Cómo sé si mi gato me quiere?
Lo primero es entender a nuestro gato. Antes de adoptar un gato, hay que saber muy bien cómo es su naturaleza para no llevarnos un chasco después. Aunque dependan de nosotros (comida, cuidados, veterinario, etc), los gatos aprecian tener independencia y necesitan tener un tiempo al día para hacer “cosas de gatos” en las que no estamos involucrados. Además, cada gato tiene una personalidad diferente, y por eso, un primer paso para aumentar el vínculo con nuestro compañero es aceptarlo tal y como es, e intentar descubrir qué podemos hacer para pasar más tiempo con él, si es eso lo que buscamos.
Las muestras de cariño de un gato no pueden compararse a las de un perro, sin embargo, tienen un lenguaje corporal muy claro. Suelen tumbarse boca arriba, estirándose cerca de nosotros como muestra de confianza, se restriegan en nuestras piernas o nos buscan con la mirada para llamar la atención. Las vocalizaciones también son importantes, el ronroneo o el maullido tranquilo y agudo son expresiones muy frecuentes cuando están cómodos y les gusta la situación. Podemos intentar pasar tiempo con ellos acostumbrándolos al momento del cepillado, creando una rutina, por ejemplo, por las noches si estamos más en casa, aprovechando también este tiempo para jugar un rato.
Causas por las que mi gato no me quiere.
Aunque es difícil que nuestro gato no nos quiera, y el problema más habitual es que no nos damos cuenta de cómo nos muestra cariño, hay situaciones en las que el vínculo aún no está creado o hay alguna causa detrás:
- Aún no te conoce bien. Es normal que, al principio, después de una adopción, nuestro nuevo compañero no se sienta cómodo con nosotros y prefiera mantenerse en un lugar seguro de la casa la mayoría del tiempo. Necesitamos tener paciencia para poder establecer una buena relación con él, dejarle su espacio y ver las señales que nos muestra de lo que más le gusta.
- Eres demasiado amoroso y/o pesado. Agobiar e imponer momentos de cariño o caricias a tu gato no es una buena opción para acercarnos a él. La sobreprotección y nuestras ganas de recibir amor pueden suponer que nuestro gato nos huya o se canse de nosotros. No olvidemos que algunos gatos son menos cariñosos o cercanos y debemos respetarlo, sin forzarlos.
- Te ha relacionado con una mala experiencia. Por desgracia, algunos gatos han sufrido malas experiencias en la calle, en las protectoras, o incluso, durante sus primeros días en casa. Si somos demasiado bruscos o castigamos de forma negativa muchas veces, relacionarán nuestra presencia con algo negativo. La mejor opción es educarlos usando el refuerzo positivo, es decir, premiando con atención o comida las buenas conductas.
- Un cambio repentino. Sacar a nuestro gato de su zona de confort o modificar su rutina (comida, juego, descanso, etc.) puede afectar a nuestra relación con él, ya que a ellos les encanta tener todo controlado. Los cambios son estresantes para los gatos.
- No le das los cuidados que necesita. Puede que el problema sea el estrés con el que vive el gato por nuestra culpa, por no entender sus necesidades, o bien, por no darle los cuidados suficientes.
- Está enfermo. Muy importante. El comportamiento huidizo y arisco puede ser signo de enfermedad. Como dueños, tenemos que asegurarnos de mantenerlos con buena salud, vacunados y desparasitados.
¿Cómo puedo hacer que mi gato me quiera más?
Como he explicado en este artículo, el primer paso es entender la actitud de nuestro gato e intentar descubrir cómo podemos crear un vínculo más fuerte con él. Es importante darle espacio y dedicarle tiempo, sin forzar ninguna situación, y llamar su atención con juegos y premios. A veces, todo cambia simplemente mejorando su ambiente e incluyendo zonas en casa para ellos: rascadores, cajas o escondites, juegos de caza o juguetes con comida dentro para entretenerlos. Vigilar su salud y estar atentos a cualquier cambio en su rutina también es importante, un gato estresado o enfermo no podrá mostrarnos su afecto como nosotros queremos.
Si ya has tenido amigos gatos, sabrás que son animales especiales, cada uno diferente al resto, casi místicos, pero sean como sean, los quieres para siempre en tu vida. Y si no has tenido la fortuna de compartir tu vida con un gato, no sabes lo que te estás perdiendo.
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