Espero que no hayas llegado a este artículo por necesidad y que simplemente seas un curioso de las enfermedades de los perros. ¿Por qué te digo esto? Porque el moquillo canino es una de las enfermedades más graves (en la mayoría de los casos mortal) de los perros y que aunque en España es más difícil de ver hoy en día por la vacunación, en muchos países todavía se ven demasiados casos. Por suerte, en mi experiencia, ya llevo unos cuantos años sin tener que atender ningún caso y espero que siga así. De todas formas, aquí tienes lo más importante acerca de la enfermedad del moquillo en perros, sobre todo la parte de la prevención, que puede salvarle la vida a tu perro.
El moquillo canino o distemper canino es una patología que afecta principalmente a perros. Habitualmente afecta a perros jóvenes durante sus primeros meses de vida, aunque también hay casos de perros contagiados en edad adulta, aunque es menos frecuente porque habitualmente están vacunados.
Está causada por el virus del moquillo canino, que pertenece a los paramixovirus al igual que el virus del sarampión o el de la peste bovina, y produce síntomas de varios tipos, siendo los más comunes e importantes los síntomas respiratorios, digestivos y/o neurológicos.
Se trata de una patología muy grave y su pronóstico es reservado, ya que pueden morir como consecuencia de los síntomas que genera. Además, no existe ningún tratamiento que permita eliminar el virus, por lo que el tratamiento va a consistir en aliviar los síntomas durante la duración de la enfermedad y esperar a que no haya causado demasiado daño en el perro.
Se trata de un virus que hoy en día es muy poco común, ya que existe vacuna para su prevención. Por eso es muy importante seguir las indicaciones del veterinario y realizar una correcta pauta de vacunación para nuestro perro.
¿Cómo se contagia el Moquillo Canino?
El moquillo canino se contagia fundamentalmente por contacto con un animal infectado. El virus está presente en las secreciones nasales y lagrimales, esparciéndose como aerosoles a los animales cercanos o en fómites como el agua o la comida. La transmisión entre animales es muy rápida, por eso es especialmente importante que la vacunación esté al día cuando nuestros perros van a sitios como hoteles caninos, peluquerías u otros lugares en los que haya un contacto cercano entre animales de distintas procedencias.
Aunque es un virus que no sobrevive fácilmente fuera del animal al que infecta, puede mantenerse vivo y viajar una cierta distancia en la ropa u otros objetos y afectar a otros animales a más distancia. Por esto es importante que no toques perros con síntomas de enfermedad o que no sepas su procedencia.
¿Cuáles son los síntomas del Moquillo en los Perros y cómo se diagnostica?
Como ya comentado, los síntomas del moquillo canino son muy variables y en función del sistema inmunológico del animal y de las defensas que pueda haber adquirido por anticuerpos maternales de la lactación o de las vacunas, hará que sean más o menos graves.
La primera etapa siempre es común y se manifiesta como un ligero malestar, con fiebre, lagrimeo, mucosidad y tos (es decir, con síntomas respiratorios) y en ocasiones con síntomas gastrointestinales que no responden a los tratamientos que le administramos. Una vez esta primera fase evoluciona, puede producirse la curación (en animales que presentan residuos de anticuerpos como ya he comentado antes) o evolucionar al resto de síntomas:
- Se pueden agravar los síntomas respiratorios, habiendo una respiración fatigosa, aumento de la secreción nasal y de la tos. Además, debido a la bajada de las defensas y los daños que se producen, puede haber infecciones bacterianas secundarias que hagan los síntomas más graves y evidentes.
- También afecta a las células del tracto digestivo, produciendo la aparición de vómitos y diarreas que pueden generar una deshidratación en nuestra mascota. Este síntoma puede confundirse con otras enfermedades como el parvovirus o el coronavirus digestivo, e incluso pasar por alto al pensar que la causa pudiera ser simplemente por comer algo que le haya sentado mal.
- Otros síntomas que puede causar son los que afectan a la piel. Puede aparecer dermatitis con pústulas y/o un engrosamiento de la piel de la nariz y de las almohadillas. Estos síntomas son menos preocupantes que los anteriores, pero su aparición suele asociarse a la aparición de síntomas neurológicos. Los síntomas neurológicos se pueden manifestar como ataques de forma súbita o con la aparición de espasmos musculares graduales durante el periodo aparente de recuperación. Estos espasmos acaban en una parálisis de las extremidades.
- Los síntomas nerviosos pueden ir acompañados de una forma peculiar de tos que se genera debido a las lesiones nerviosas en la que hay silbidos, llamada tos sibilante. Cuando aparecen los síntomas nerviosos, el pronóstico es malo y si se recuperan, es posible que queden secuelas como convulsiones en los siguientes meses e incluso años.
Para el diagnóstico, los síntomas del moquillo son muy característicos y se puede establecer un diagnóstico presuntivo (de sospecha) basándose en el cuadro clínico y la anamnesis, pero para confirmar el diagnóstico es necesario tomar muestras de secreciones nasales u oculares o muestras de sangre para analizar.
Cuando los resultados de estas pruebas son positivos, implican que se ha detectado el virus en el organismo y, por tanto, confirmamos el diagnóstico. Ojo, porque los resultados negativos no nos sirven para descartar por completo la patología.
¿Cómo se cura el Moquillo en Perros?
A día de hoy no existe una cura para el virus del moquillo canino, de modo que el tratamiento va a consistir en disminuir los síntomas y evitar la proliferación de infecciones bacterianas secundarias.
Por lo tanto, a nivel farmacológico lo más usado serán antibióticos para las infecciones bacterianas secundarias y tratamientos que ayuden a controlar los síntomas digestivos (como antieméticos), los respiratorios (antitusígenos) y los neurológicos.
A nivel de cuidados, es muy importante eliminar la suciedad, secreciones de ojos y nariz y, cuando no se pueden mover, hacer cambios de decúbito (cambiarlos de posición) y mantenerlos en zonas mullidas para evitar la aparición de úlceras de presión.
También es importante facilitarle el agua y la comida. Muchas veces no son capaces de acercarse por sí mismos, pero cuando le ofrecemos la comida y el agua sí son capaces de tomarlos, por eso es importante ofrecerles ambas cosas varias veces al día. Además, si hay síntomas de deshidratación será necesario el uso de fluidos para mantenimiento.
También es importante tener en cuenta que los perros que se encuentran en este estado son altamente contagiosos, por eso hay que procurar mantenerlos separados de otros perros sanos, así como cambiarnos de ropa y a ser posible ducharnos cuando nosotros vayamos a estar en contacto con otros perros.
En función de la gravedad de los síntomas nuestro perro podrá estar en casa con nosotros (siempre que le demos los cuidados que necesite) o requerirá de una atención veterinaria más exhaustiva así como de cuidados más profesionales, y por tanto necesitará quedarse ingresado en la clínica veterinaria.
¿Cómo se puede prevenir el Moquillo en Perros?
La prevención se basa principalmente en la vacunación, pero durante la fase de cachorros en la cual no están correctamente protegidos es importante implementar medidas de higiene y seguridad.
Por eso es fundamental que nuestros cachorros no entren en contacto con otros perros hasta que estén correctamente vacunados. Si tenemos más perros en casa y son adultos, lo ideal es que lleven las vacunas al día y que no se junten con otros perros que puedan tener síntomas compatibles con la enfermedad.
Una vez nuestro cachorro tenga unos dos meses de edad comenzará con sus vacunas. Para que las vacunas cumplan su función de forma adecuada, es muy importante que estén correctamente desparasitados. La vacuna del moquillo está presente en las tres dosis que se administran a los cachorros, por lo que se consideran correctamente protegidos a partir de unos días después de la tercera vacuna. Posteriormente, necesitarán refuerzo de la vacuna de forma anual para mantener su correcto estado de inmunización.
Además de la vacuna, es importante mantener a nuestro perro con una buena nutrición, correctamente desparasitado y en buenas condiciones higiénicas, ya que todo esto favorece el correcto desarrollo inmunitario.
La importancia de la Vacuna contra el Moquillo Canino
La vacuna frente al moquillo canino no es obligatoria por ley a día de hoy, pero forma parte de lo que se conocen como vacunas esenciales: aquellas vacunas que, pese a no ser obligatorias, son fundamentales para el correcto desarrollo del cachorro reduciendo en gran medida los riesgos que esta genera.
Debemos tener en cuenta que es una patología altamente letal, por lo que su contagio puede ser mortal para nuestro cachorro. Además, en los cachorros que sobreviven, muchas veces dejan daños crónicos que suponen un deterioro del sistema inmune entre otras cosas para nuestro perro.
También debemos destacar que las vacunas que se emplean hoy en día, además de proteger frente al moquillo también lo hacen frente a otras patologías igual de importantes como son la parvovirosis entre otras. Aunque es cierto que existen varias vacunas disponibles y la elección de cual se usa dependerá de varios factores tales como edad, estado de salud y exposición al virus.
¿Es posible la aparición de Moquillo en Perros vacunados?
Para que la vacunación sea efectiva, se deben aplicar unas primeras 3 dosis separadas en 3-4 semanas a partir de las 8 semanas de vida. Por lo tanto, es posible que el cachorro se contagie a mitad de vacunación si no se realizan correctamente las medidas sanitarias tales como no salir a la calle y evitar el contacto con otros perros.
Si bien es cierto que es posible el contagio y que puede ser altamente peligroso para nuestro perro, ya habrá un inicio de producción de anticuerpos frente a la patología, por lo que los síntomas serán menos acusados que si no llevase ninguna dosis y las posibilidades de supervivencia serían mayores.
También puede haber casos en los que, un perro se vacune adecuadamente de cachorro, pero no se revacune anualmente. En estos casos la protección que presentan irá disminuyendo, siendo cada vez más posible el contagio y los síntomas más acusados.
También existen casos de contagios de animales correctamente vacunados. Estos se pueden deber principalmente a la aparición de nuevas cepas que no estén presentes en la vacuna o a un fallo de nuestro propia mascota, que no haya sido capaz de producir los anticuerpos de respuesta frente a la vacuna. Los problemas de inmunidad se pueden dar en perros con problemas digestivos o que hayan pasado recientemente alguna patología, así como en animales con problemas de parasitaciones o infestaciones.
Por eso es muy importante no solo aplicar la vacuna de forma anual, sino realizar un correcto chequeo en el que podamos valorar el estado de salud de nuestro perro, así como mantener las desparasitaciones al día.
También debemos tener en cuenta que las vacunas nunca son una garantía 100% de que no se vaya a contraer la enfermedad. Existe la posibilidad de contagio igualmente, pero gracias a la vacuna conseguiremos disminuir en gran medida los síntomas haciendo que sea menos peligroso para nuestro perro.
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