Aunque puede parecer un tema trivial, la cantidad de horas que duerme nuestro perro es motivo de consulta en bastantes ocasiones, ya sea por curiosidad como por preocupación, y tanto su aumento como su disminución puede ser uno de los primeros síntomas de enfermedades graves.
La mayoría de las veces, la causa está más que justificada y depende de varios factores que tenemos que tener en cuenta antes de empezar a preocuparnos:
– Edad.
Si es un cachorro, es perfectamente normal que esté durmiendo el 90% del tiempo, sí, has leído bien, el 90% del tiempo. Se despiertan para comer y hacer sus necesidades (que en las primeras semanas solo hacen cuando son estimulados por la madre). Cuando van creciendo, pasan cada vez más tiempo despiertos, aunque en periodos cortos, entre juego y juego siempre cae alguna que otra buena siesta.
Los perros adultos también pasan muchas horas durmiendo, una media de 13 horas al día. Si sabemos aprovechar bien los paseos para que nuestro perro juegue, camine y olisquee, cuando llegue a casa, estará más tranquilo y relajado.
En el caso de los perros mayores, normalmente de más de 7 u 8 años, es normal que duerman más y que su actividad en general se vea reducida. En estos casos, pueden dormir hasta 18-20 horas al día.
– Raza.
Hay razas más tranquilas que otras, aunque siempre nos podemos encontrar excepciones.
Entre las razas más tranquilas nos podemos encontrar con el bulldog inglés, el galgo (sí, sí, nuestro querido galgo), mastín español, gran danés… Normalmente, los perros de razas gigantes son muy tranquilos en general (sin contar, como es normal, la etapa de cachorro).
Y, por el contrario, las razas que necesitan más ejercicio, son las pequeñas en general, como el yorkshire terrier, las razas seleccionadas para trabajos como el pastoreo, como el border collie o el pastor catalán, u otras razas como el labrador. Aprovecho este párrafo para comentar que los perros grandes pueden vivir en un piso tan bien como los pequeños, y que lo único que hace falta es tiempo para ellos.
– Aburrimiento
Según el estilo de vida que llevemos, puede ser que nuestro perro esté aburrido y reaccionará de la misma manera que nosotros, mostrando desinterés y durmiendo más horas de lo habitual. Si tenemos un perro con mucha energía, independientemente de la raza o edad, es importante que sepamos cubrir sus necesidades en cuanto a los paseos o a juegos en casa para evitar que esto ocurra. El aburrimiento y la depresión canina existen, y hay que darles la importancia que se merecen.
Si no tenemos tiempo de dar largos paseos con nuestro perro y notamos que está aburrido, siempre podemos comprar, o construir nosotros mismos, juguetes interactivos para que se cansen mentalmente. Este tipo de juguetes son muy beneficiosos para ellos, además de divertirles, les ayuda a gastar esa energía extra.
– Estación del año
Es normal que en épocas de calor nuestros perros tengan menos actividad y pasen más tiempo durmiendo o tumbados tranquilamente. Los perros regulan su temperatura con el jadeo y la actividad por lo que en días de calor tienden a quedarse más tranquilos para mantener su temperatura más baja. Es, en cierto modo, su manera de evitar un golpe de calor.
– Exceso de ejercicio
No sé si en algún momento os ha pasado pero si os habéis ido de senderismo con vuestro perro, puede ser que se pase dos o tres días que no pueda ni moverse. Esto es bastante normal si no están acostumbrados a ejercicios tan intensos. Al igual que nosotros, nuestros animales pueden quedar exhaustos e incluso con agujetas después de un largo paseo. Esto también puede pasar si os vais de vacaciones o a pasar el día fuera aunque sea algo tranquilo. Al estar fuera de su casa, muchas veces no descansan de la misma manera y al llegar a casa se relajan y duermen más de lo habitual.
¿Cuándo debo preocuparme si mi perro duerme mucho?
Hay veces que este cambio de comportamiento se debe a alguna enfermedad. Si nuestro perro siempre ha sido muy activo y notamos que está bajando su actividad sin que sea verano, o que nos está engordando o perdiendo peso, es recomendable llevarlo al veterinario para hacerle un chequeo y una analítica. Hay enfermedades que hacen que el metabolismo se ralentice y por ello baje su actividad.
En ciertas ocasiones, en estas enfermedades notaremos otros cambios, como que el pelo se les cae en alguna zona, quedándose incluso totalmente sin pelo, o un apetito incontrolable que nos ayudará a pensar en alguna enfermedad, mientras que en otras ocasiones solo notaremos una bajada en la actividad diaria. En todos los casos hay que estar alerta y habrá que consultar con el veterinario porque necesitará hacerle pruebas a nuestro perro para poder llegar a un diagnóstico definitivo.
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