Desde que hemos incluido a nuestros perros en el mundo del senderismo, la vida saludable con el deporte al aire libre y los paseos románticos, cada vez son más frecuentes las consultas relacionadas con el tratamiento y prevención de las heridas en las almohadillas de los perros. Para que tengas información sobre este tema, aquí te dejo el siguiente artículo.
Las almohadillas son una clase de piel que se presenta más gruesa y generalmente con una pigmentación más oscura. Esto se debe a que se compone principalmente de queratina, que es una proteína que aumenta la resistencia a la fricción y a los diferentes daños a los que se somete la almohadilla al entrar en contacto con el suelo. Podríamos decir que es la suela de nuestros zapatos que ellos tienen de forma natural para poder andar de forma cómoda.
Durante la etapa de cachorros las almohadillas son blandas debido a una baja cantidad de queratina, pero en función de los estímulos y el peso que se deposita sobre ellas, se estimula la producción y deposición de queratina, haciéndose esta capa más gruesa y dura. Por eso, la dureza va a depender tanto de la actividad a la que se sometan como al peso de nuestra mascota.
Muchas veces descuidamos las almohadillas de nuestras mascotas, ya que no son tan llamativas como otras partes de su cuerpo, pero sus almohadillas son realmente importantes para la salud de nuestros perros, ya que se encargan de protegerlos frente a rozaduras y frente a posibles agentes externos que pueden ser dañinos para ellos, así como de regular la temperatura corporal.
Otra función de las almohadillas cuando se encuentran en buen estado es la amortiguación de los impactos continuados que sufren al realizar ejercicio, reduciendo los daños sobre músculos y articulaciones.
Sin embargo, cuando no están en buen estado y presentan lesiones pueden generar molestias en nuestra mascota al caminar, e incluso favorecer la entrada de patógenos produciéndose infecciones. Por eso es muy importante prestar atención a su buen estado, ya que están en constante exposición a diferentes estreses físicos y mecánicos.
Síntomas y causas de heridas en las almohadillas de los perros
Cuando las almohadillas de nuestro perro están dañadas, podemos tener un amplio abanico de síntomas. Estos síntomas pueden ir desde un lamido excesivo de las almohadillas hasta una reticencia a apoyar la extremidad afectada apreciándose como cojeras más o menos graves.
Heridas en las patas de los perros por erosión
La erosión de las almohadillas se produce en todos los perros, ya que se debe al desgaste al caminar. Esta erosión puede ser excesiva y producir daños con mayor facilidad cuando caminan por superficies más duras como el asfalto o cuando la temperatura del suelo es demasiado elevada.
Cuando la erosión es moderada, los tejidos de la almohadilla se autorregulan y se mantienen sanos, pero cuando hay un exceso de erosión, ya sea por el tipo de superficie, la temperatura o la cantidad de ejercicio que se realiza, se produce un desgaste mayor que no suele apreciarse como una lesión en sí misma pero sí que favorece la aparición del resto de tipos de lesiones.
Así mismo, cuando hay un estímulo muy bajo (principalmente debido a poco movimiento), hay menos estimulación de los mecanismos encargados de la regeneración, pudiendo producir también un mayor daño por erosión.
Heridas de perros en las patas por quemadura
Las heridas por quemaduras son de las lesiones más comunes en perros y se pueden ver tanto por temperaturas excesivamente elevadas como excesivamente bajas, ya que también se pueden producir quemaduras por frío. En la zona donde vivo es muy difícil ver quemaduras por frío, pero sí que es habitual verlas por el calor durante el verano. Muchas veces sacamos al perro a pasear y no nos damos cuenta de que el suelo está ardiendo tanto que si lo tocásemos con la mano, también nos quemaríamos.
Hay varios grados de quemaduras en función de cómo de profundas sean. Las más leves son las superficiales, que afectan solo a la capa superior de la piel, siendo más graves conforme más tejido abarcan, pudiendo llegar a afectar al músculo e incluso a las falanges.
Los síntomas más evidentes pueden ir desde rojez y cojera hasta reticencia al caminar y aparición de ampollas.
Tanto el tratamiento como el tiempo de curación van a variar en función del tipo de quemadura que tengamos. En los casos más leves se curarán de forma más rápida y podremos realizar las curas en casa sin ningún problema, pero conforme más graves sean, más tardarán en curar y en muchas ocasiones necesitarán atención veterinaria.
Heridas en las patas por traumatismo
También son de las causas de lesiones más frecuentes en perros. Pueden ser por una gran variedad de causas, pero lo más común es el daño causado por cuerpos extraños como cristales, clavos, maderas o alambres, pero también pueden deberse a otras causas como peleas con otros perros.
Las heridas por traumatismos tienen una mayor tendencia a infectarse, ya que suelen ser más profundas y las capas internas entran en contacto con el cuerpo extraño o con los dientes del otro animal, etc.
Aunque este tipo de lesiones es más probable en animales con un mal cuidado de las almohadillas, también se puede producir fácilmente en animales con unas almohadillas en buen estado. Por eso, no solo es importante mantenerlas en buen estado, sino también prestar atención a las zonas de paseo e intentar evitar zonas donde haya cristales rotos o donde no veamos con claridad el suelo.
¿Cómo curar las almohadillas de los perros?
El tratamiento va a variar en función del daño que tengamos. En casos de erosiones y desgaste excesivo, con un bálsamo hidratante para almohadillas, y en ocasiones, cambio de algunos hábitos de paseo, muchas veces es suficiente. En el caso de las quemaduras vamos a tener más variedad en los tratamientos. En los casos más superficiales, podemos lavar varias veces al día la zona con agua y jabón y aplicar antisépticos del tipo clorhexidina para disminuir el riesgo de infección, así como mantener la zona tapada en los paseos para protegerla y usar bálsamos que favorezcan la cicatrización y alivien la molestia. Puede ser muy útil un calcetín grueso agarrado con una goma o esparadrapo durante los paseos.
Cuando son más profundas, requieren de evaluación veterinaria, ya que muchas veces necesitan antiinflamatorios y analgésicos para aliviar el dolor, tratamientos o cuidados específicos para prevenir la infección e incluso en ocasiones necesitan de una pequeña intervención como un desbridado (eliminación de los bordes de piel muertos) para favorecer la curación.
En los casos de las lesiones por traumatismos, cuando son pequeños objetos clavados superficialmente, puede que sea suficiente con los cuidados que podemos dar en casa, pero por norma general sí que suele requerir de atención veterinaria, ya sea únicamente para su desinfección o para cerrar la zona en función de la gravedad. Al igual que en el caso de las quemaduras, pueden requerir de analgesia o de tratamientos o procedimientos específicos para prevenir la infección.
En función de la gravedad, cualquier tipo de lesión en la almohadilla puede necesitar de algún tipo de inmovilización para permitir la correcta curación del tejido dañado.
Cuando decidamos curar la herida en casa, el primer paso que debes seguir es limpiar la zona con agua y jabón. Tendrás que eliminar toda la suciedad que esté presente. En casos de heridas profundas puede ser que necesitemos ayuda de jeringuillas, pero en estos casos siempre recomiendo ir al veterinario.
Una vez la herida esté correctamente higienizada, procederemos a hacer compresión con alguna toalla limpia. No se recomienda usar papeles ni gasas, ya que favorecen más la adhesión a la piel y además pueden dejar restos de material sobre la herida.
Si la herida es sangrante, lo primero que debes hacer es detener la hemorragia presionando con compresas o alguna toalla pequeña. Cuando hayas conseguido que el sangrado se detenga por completo, es el momento de usar un antiséptico para reducir el riesgo de infección. Aunque los más conocidos son el alcohol y el agua oxigenada, lo más recomendable para usar en casa es la clorhexidina, ya que los dos anteriores producen picor, irritación y pueden estar desaconsejados en determinados casos.
Una vez tenemos la herida correctamente curada, puede ser recomendable cubrir la herida, pero la humedad que se genera puede complicar la curación en ciertos casos, en los que se recomienda que la herida se quede al aire, por eso es recomendable acudir a tu veterinario en casos de determinada gravedad, para que pueda valorar cual es la mejor opción para el caso en particular.
Aunque realicemos todo este proceso, nuestra mascota puede tener una molestia más o menos grave en función de la gravedad, por eso es recomendable evaluar sus señales de molestia y/o dolor y dar analgésicos cuando sean necesarios.
Una vez tenemos esta primera cura hecha, es importante mantener los cuidados hasta que se cicatrice, ya que sino puede contaminarse e infectarse en el proceso de curación.
También debemos evitar que nuestro perro se lama o muerda la zona afectada, ya que lo puede agravar. No, la saliva del perro no va a curar mejor la herida. Por eso se recomienda el uso de collares isabelinos en la mayoría de los casos.
¿Cuánto tardan en curar las almohadillas de un perro?
El tiempo va a depender de varios factores: la profundidad de la lesión, si hay o no infección, el tipo de productos que usemos para su curación y si hay o no contacto entre la herida y el suelo, de modo que la duración puede ir desde semanas hasta meses. En general, son heridas poco agradecidas y a las que hay que dedicarles bastante tiempo y atención.
Debemos tener en cuenta que se trata de un tejido altamente queratinizado, por lo tanto su regeneración y su curación va a ser más lenta que el de otros tejidos del cuerpo.
¿Cómo prevenir los daños de las almohadillas de los perros?
Para prevenir los diferentes tipos de daños debemos tener en cuenta los diferentes tipos de daños que pueden sufrir.
Para mantener el tejido sano y sin erosión se pueden usar bálsamos hidratantes que nos ayuden a mantener el tejido lo más sano posible y en caso de almohadillas muy finas, se pueden usar endurecedores. Además de evitar el exceso de paseo sobre superficies ásperas tales como el asfalto.
También es importante el mantenimiento de las uñas, ya que cuando están excesivamente largas pueden alterar la forma de la pisada, de modo que la almohadilla sufre más daños, además de favorecer la aparición de problemas articulares. También hay determinadas razas que necesitan recortar los pelos que crecen entre las almohadillas, ya que pueden producir una deformación de la planta, así como impedir que la almohadilla toque el suelo, produciendo un reblandecimiento por ausencia de estímulos.
Para evitar la aparición de quemaduras, se recomienda evitar los paseos en climas extremos, ya sea por exceso de calor como de frío. Para eso hay que evitar las horas de más sol, así como las zonas heladas o nevadas. Si tenemos dudas sobre si la temperatura del suelo es adecuada para el paseo de nuestra mascota, podemos poner la palma de la mano en el suelo durante diez segundos y ver si lo podemos tolerar. En caso de no notar molestia, es porque la temperatura del suelo es adecuada.
Cuando no sea posible, se debe intentar reducir el tiempo de contacto y realizar una correcta hidratación. Otra alternativa en estos casos es el uso de accesorios protectores como son zapatos o calcetines. Algunos de mis favoritos para proteger a nuestros perros en estos casos son los siguientes:
Son unas botas que, además de ser impermeables y proteger de la temperatura del suelo, también son antideslizantes, por lo que son una gran opción para viajes a la nieve en los que a nuestra mascota le pueda costar andar sobre zonas heladas.
Y estas últimas presentan una suela muy rugosa así como poca superficie de sujeción, lo que los hace ideales para hacer senderismo con nuestros perros o meternos en un río con ellos.
En los casos que optemos por usar calzado para nuestras mascotas, debemos tener en cuenta que el exceso de calor no solo supone un riesgo para sus almohadillas, sino también para su salud en general, por eso en verano hay que minimizar la actividad física en momentos de máxima temperatura del día.
Para reducir el riesgo de lesiones por traumas, es importante mantener las almohadillas en el mejor estado posible, ya que así será más difícil que se produzcan daños en el tejido, pero lo más importante es evitar los paseos por zonas donde haya muchos cristales, no tengamos una buena visibilidad del suelo o haya escombros. Siempre es recomendable lavar y observar las patas una vez lleguemos a casa para comprobar que no se haya clavado ningún objeto pequeño.
En cualquier caso, ante un accidente o para asesoramiento preventivo, lo ideal es que consultes con tu veterinario en una visita qué es lo más recomendable para tu mascota y tu estilo de vida. Una vez hecho esto, a disfrutar de agradables paseos con tu perro por la naturaleza.
1 Comentario
Mascotaslapituca.es
8 junio, 2023 at 08:48¡Muy buen post! La salud y la higiene de los perros son fundamentales para garantizar su bienestar y prevenir enfermedades. El cuidado adecuado del pelaje, los dientes y las uñas son esenciales para mantener a nuestros amigos caninos felices y saludables.