Os sorprendería la cantidad de consultas que nos hacen sobre estornudos, toses e incluso hipo porque los dueños no se esperan que su perro o gato sea más parecido a nosotros de lo esperado. Pues bien, esto no es algo exclusivo de la raza humana, todos estos actos del cuerpo tienen la misma utilidad en los animales de dos que en los de cuatro patas.
En este caso os quiero hablar sobre un tipo de estornudo que es poco conocido entre los amantes de los animales. Es bastante probable que el término “estornudo inverso” os suene a chino pero es algo muy común que les ocurre a nuestras mascotas, especialmente a perros pequeños y razas braquicefálicas, y aunque en gatos también se da, es bastante más raro. En las razas pequeñas se da por el tamaño pequeño de la tráquea mientras que en las razas braquicéfalas se da por la elongación del paladar blando, el cuál irrita la laringe.
Pero… ¿qué sucede el estornudo inverso?
El estornudo inverso es, como su nombre indica, lo contrario al estornudo que todos conocemos, es decir, que el animal en vez de expulsar aire con fuerza, lo inhala, haciendo un ruido parecido a carraspera o tos.
Es muy probable que vuestro perro o gato lo haya hecho en alguna ocasión pero no le hayáis dado importancia porque solo lo ha hecho una vez o porque lo habéis confundido con toses.
Creo que mi mascota lo hace, ¿tengo que preocuparme?
No, no hay que preocuparse. El estornudo inverso es algo tan normal e inofensivo como el estornudo normal. A pesar de esto, es una de las consultas de urgencias más frecuentes cuando se da de forma compulsiva en el animal. Cuando el estornudo inverso se da de manera continua parece que el animal se está ahogando y es algo que, como es normal, preocupa a los propietarios y nos llaman muy nerviosos. Además del ruido, la postura que adopta el animal durante el episodio de estornudos inversos, agachando la espalda y estirando el cuello, asusta bastante a las personas que lo ven por primera vez.
¿Por qué le pasa eso a mi animal?
El estornudo inverso se produce por un espasmo de la garganta y el paladar blando. Esto provoca que el animal aspire aire con mucha fuerza.
Este espasmo puede ser provocado por muchos motivos: alérgenos como el polvo o los ácaros, productos irritantes que usamos durante la limpieza diaria de la casa como la lejía, situaciones de estrés o excitación o un collar muy apretado.
Si somos capaces de identificar la causa que provoca los estornudos inversos de nuestro animal, podremos reducir los episodios, aunque es muy probable que no podamos evitarlos al 100%. Aún así, como ya os he comentado, el estornudo inverso es algo natural en los animales y no debéis preocuparos ni frustaros por no poder evitarlos.
¿Qué puedo hacer para ayudar a mi mascota durante los episodios?
Lo más importante es que mantengáis la calma, no olvidéis que no es algo peligroso. Es muy importante que tengáis en cuenta que si vosotros estáis nerviosos, el animal lo va a notar y se va a poner nervioso él también. Sé que es algo que asusta mucho, especialmente la primera vez que lo vemos, pero los animales leen nuestro lenguaje corporal y reaccionan según lo que ven, por lo que si nosotros estamos tranquilos, ellos también lo estarán.
Como en el estornudo inverso lo que ocurre es que el animal mete aire por la nariz con fuerza, muchas veces podemos parar esto si taponamos las narinas durante unos segundos, obligando a nuestro compañero a abrir la boca y respirar. Si estamos seguros de cuál va a ser la reacción del animal, podemos abrirle la boca y apretar un poco la lengua. Esto les distrae y les hace tragar, parando el reflejo del estornudo inverso.
No es peligroso, pero, ¿tengo que ir al veterinario?
Siempre que le ocurra algo nuevo a nuestra mascota que no sepamos qué es o no estemos seguros, es mejor comentarlo con el veterinario, pues puede ser algo que no tenga importancia pero también puede tratarse del primer signo de una enfermedad grave.
Hoy en día tenemos la suerte de disponer de teléfonos móviles con cámara de fotos y vídeo. Esto es una herramienta muy útil y que debemos usar siempre que podamos. Enseñarle al veterinario un vídeo o una foto de lo que ha hecho nuestro animal puede ayudar a llegar a un diagnóstico de manera más rápida.
Si el estornudo inverso es algo que ocurre de vez en cuando, podemos comentarlo con el veterinario en alguna visita que hagamos, pero si le da un episodio largo, o muchos episodios en poco tiempo, sí que es conveniente llevarlo a la clínica ya que quiero recordar que los veterinarios también estamos para evitar malestar a los animales no solo para situaciones de urgencia.
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