La Asunción Perros

Espigas en perros

Problemas en perros por espigas

En el artículo de esta semana quiero hablaros sobre un pequeño enemigo que da muchos problemas a perros que viven o pasean por zonas rurales y parques donde haya un tipo de planta en concreto. Durante la semana pasada, por desgracia, ya tuvimos dos urgencias a causa de algo tan simple como una espiga de cereal. A los pobres perros se les había quedado alojado en el oído, causándoles mucha molestia y dolor. Por suerte, en estos dos casos se pudo extraer con facilidad, ya que los perros fueron bastante colaboradores y no hizo falta sedarlos ni tampoco derivó en nada más grave.

Las espigas, son semillas de cereales envueltas en una vaina dura, alargada y terminada en una punta rodeada de pelillos que crecen en una sola dirección (parecida a una punta de flecha). De esta forma, cuando la espiga contacta sobre una superficie solo se desplaza hacia delante, facilitando que su punta se hinque en ella penetrando cada vez más profundo. De hecho, aunque antes os hablaba de los oídos, lo más habitual es que den problemas en la zona de los dedos al atravesar la piel. Lo más sorprendente es que parecen que estén vivas ya que el lugar por donde entra, muchas veces está a más de 5 o 10 centímetros de donde se extrae.

Aunque vivas en plena ciudad, no pienses que tu perro está a salvo de poder sufrir un problema a causa de espigas de plantas. Las espigas forman parte de las plantas que crecen en cualquier lugar: campos, pueblos, ciudades, parques, borde de caminos, etc. Y son un problema que puede ser bastante grave para nuestros perros si no conseguimos dar con ello. Se pueden introducir o clavar en cualquier parte del cuerpo de nuestro animal como almohadillas, nariz, oídos, etc. y producir molestias, dolor, infecciones e incluso enfermedades más complicadas. A continuación os explico el problema según la zona donde afecta a los animales, siendo más común encontrarlas en el oído y entre las almohadillas, como decía anteriormente.

Espigas en la nariz:

A veces, puede resultar sencillo saber si ha tenido la mala suerte de aspirar una espiga con la nariz y se ha quedado clavada en sus fosas nasales. Normalmente tienen mucho picor y no paran de frotarse la nariz con las patas, presentarán estornudos muy fuertes y constantes y  exceso de moqueo (pudiendo aparecer sangre en la mucosidad). No hay que intentar extraer en casa la espiga vosotros mismos, salvo que esté prácticamente fuera, ya que pensad que es una parte de una planta y puede que la rompáis, quedando la parte clavada todavía ubicada dentro de la nariz. En estos casos lo mejor es llevarlo al veterinario y con sedación extraer con cuidado la espiga para evitar que se quede algo dentro pudiendo producir una infección posterior. Hay veces, que tenemos que usar maquinaria específica como un endoscopio para poder llegar hasta donde se encuentra el problema.

Espigas en oído:

Espigas en perrosEn estos casos, los perros que más suelen sufrir este problema son aquellos que presentan las orejas péndulas (cocker, labrador, etc) y en este caso también produce bastantes molestias y mucho dolor. Si tu perro tiene una espiga clavada en el oído lo notarás muy inquieto y mueve mucho la cabeza, como cuando se sacuden normalmente, pero en exceso. En ocasiones, también presentan ladeo de la cabeza hacia el oído que tiene el cuerpo extraño alojado. Si no se extrae pronto, puede producir otitis secundaria.

Si se produce un rascado excesivo puede llegar a causar un otohematoma, agravándose el problema. Los otohematomas se producen cuando se rompen capilares de dentro de la piel de la oreja por un traumatismo demasiado fuerte (sacudidas de cabeza o rascado excesivo) y la oreja se llena de sangre. Se queda una bolsita llena de sangre que en la mayoría de las ocasiones, por desgracia, tiene que ser limpiada con una intervención quirúrgica, ya que rara vez se reabsorbe sola.

Espigas en el ojo:

En este caso muchos pensaréis: “¿De verdad que puede alojarse una espiga en el ojo de un perro?”. Pues sí, es cierto, normalmente se aloja en la zona lacrimal y como os podréis imaginar, eso tiene que doler muchísimo ya que dañan el ojo, con el roce al parpadear. En estos casos, más que en ningún otro, necesita de la atención de un veterinario, ya que la espiga puede estar dañando la córnea (superficie ocular del ojo) y producir úlceras que será necesario tratar (además de eliminar correctamente la espiga). En estos casos se frotan mucho los ojos, tienen dificultad para la visión, un dolor muy fuerte en el ojo o incluso que lo tengan prácticamente cerrado y con mucho lagrimeo. En este caso como ya he dicho, no sirve solo con extraer la espiga y ya está, habrá que valorar si ese ojo ha sufrido algún daño y si por desgracia es así, habrá que tratarlo para que no derive en algo peor.

Espigas en piel y almohadillas:

Éstas son muy complicadas de extraer ya que aunque no lo creáis las espigas pueden viajar cuando se introducen bajo la piel. Las espigas, al penetrar en la piel producen una infección y cada vez se van clavando más y más, produciendo lo que llamamos un “trayecto fistuloso”. Al principio no se nota nada ya que el animal no muestra aparentemente ningún tipo de problema. Tras producirse infección aparece un bulto en la piel. En estos casos, el veterinario abrirá el bulto (absceso de pus) con un bisturí para poder buscar la espiga y extraerla. Si tratamos la infección y no eliminamos la espiga, irá volviendo a aparecer. En caso de producirse una migración de la espiga, es mucho mas difícil, porque habrá que buscar la espiga y extraerla dentro de su trayecto.

Ahora no vayáis a pensar que cada vez que a vuestro perro le moleste un oído, estornuda o tiene un absceso va a estar producido por una espiga, pero por lo menos ya tenéis la información para que luego no os sorprenda. Ésta es una causa que puede estar presente, pero también puede no estarlo, por lo que necesitará que descartemos esta posibilidad y valorar otras posibilidades en su caso. Ya sabéis, cuidado con las salidas de campo, sobre todo si hay plantas secas alrededor.

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1 Comentario

  • Reply
    Antonio Sanchez
    17 febrero, 2019 at 04:47

    Hola amigos, yo tengo un perro de agua, se llama Draco y vamos muchas veces al campo a visitar a mis padres. Allí lo tenemos suelto y suele haber muchas espigas por todos lados, es inevitables que se le peguen. Pero ya nos ha pasado dos veces que se le ha metido una espiguita en el oído. Lo hemos tenido que llevar al veterinario y super malito ha estado. Menos mal ya está bien. Hay que revistar muy bien cuando vienen del campo ya que en cualquier parte menos esperada pueden entrar y lo malo es que entran pero no salen y cada vez entran más.

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